La producción de mascarillas de plástico desechables (DPF) sólo en China ha llegado a unos 200 millones al día, en un esfuerzo global por hacer frente a la propagación del nuevo virus SARS-CoV-2. Sin embargo, la eliminación inadecuada y no regulada de estas mascarillas ha intensificado y seguirá intensificando el problema de la contaminación por plásticos al que ya nos enfrentamos. Este estudio se centra en la emisión de contaminantes de 7 marcas de DPF que se sumergieron en agua para simular las condiciones ambientales si estos DPF se arrojaran a la basura. Los lixiviados de los DPF fueron filtrados por membranas inorgánicas, y tanto las membranas orgánicas depositadas por partículas como los filtrados fueron caracterizados utilizando técnicas como FTIR, SEM-EDX, Microscopía de Luz, ICP-MS y LC-MS. Se observaron fibras poliméricas de escala micro y nano, partículas, fragmentos silíceos y sustancias químicas inorgánicas y orgánicas lixiviables en todos los DPFs probados. Se detectaron trazas de metales pesados concernientes (por ejemplo, plomo hasta 6,79 µg/L) en asociación con fragmentos que contenían silicio. La ICP-MS también confirmó la presencia de otros metales lixiviables como el cadmio (hasta 1,92 µg/L), el antimonio (hasta 393 µg/L) y el cobre (hasta 4,17 µg/L). El análisis LC-MS identificó especies orgánicas polares lixiviables relacionadas con aditivos y contaminantes plásticos; se identificaron tentativamente en el lixiviado monómeros y oligómeros de poliamida-66 (síntesis de nylon-66), moléculas de surfactantes, moléculas similares a los colorantes y polietilenglicol. La toxicidad de algunas de las sustancias químicas encontradas y los riesgos postulados del resto de las partículas y moléculas presentes, plantean la cuestión de si los DPF son seguros para su uso diario y qué consecuencias cabe esperar tras su eliminación en el medio ambiente.